La alegría llegó la mañana de este sábado a la comunidad parcelamiento Ricardo Giménez, en el sector 4 de Chirgua, al noreste de Barquisimeto, de la mano de un grupo de empleados de EL IMPULSO que una vez más cumplieron con algo que ya es tradicional como es la repartición de juguetes entre niños de familias de pocos recursos.
En la pequeña iglesia evangélica Las Buenas Nuevas del sector, dirigida por Sonia Piña de Colmenares y Henry Colmenares, se realizó la noble actividad que provocó sonrisas entre más de cien pequeños al recibir el correspondiente paquetico con muñecas, carritos, pelotas, balones y otros artículos de entretenimiento.
Lizzy, Marxy, Rosa, Yoenny, Antonio, Enny, Yaneira, Adrián, Freddy y Leonardo, junto a Sonia y Henry, se encargaron de hacer entrega de los correspondientes obsequios a sonrientes niñitas y niñitos que ordenadamente hacían la cola con ese propósito.
Se trata de una actividad que cumple siete años llevando la felicidad a barriadas de Barquisimeto y caseríos del interior, gracias a la generosidad de esos trabajadores de EL IMPULSO que de manera espontánea aportan su granito de arena para una causa tan noble como esa.
En esta ocasión la alegría llegó a ciento cincuenta niños del parcelamiento Ricardo Giménez, en el sector 4 de Chirgua, quienes recibieron por adelantado la visita del Niño Jesús representado por ese grupo de personas de esta casa editorial.
En coro, todos ellos, reunidos en el interior del recinto religioso, agradecieron el donativo mientras los conductores de Las Buenas Nuevas en el sector ofrecían bendiciones entre los oferentes.
Luego, cada quien se dirigiría a su respectiva residencia para disfrutar entreteniéndose con el juguete recibido de manos de ese grupo de mujeres y hombres.
“Cumplimos otra vez”, se le escuchó decir a Lizzy sin poder ocultar su emoción al ver a todos esos niños sonriendo luego de abrir sus paqueticos.
Organizadores, así como padres y madres que les llevaron hasta el lugar de la entrega, agradecieron el gesto así como pidieron a Dios les colmara de bendiciones por su entrega para la dicha de los demás.
Es necesario destacar que el parcelamiento Ricardo Giménez está habitado por familias de pocos recursos que se ubicaron allí en busca de un techo propio y ahora esperan del Gobierno municipal y regional les dote de los servicios públicos más necesarios, comenzando con el asfaltado de sus calles que nunca han recibido.
Los vecinos se quejan con mucha razón por el mal estado de las mismas pues en invierno se convierte en lodazales y en verano son veredas polvorientas que no les permiten una vida digna pues sufren de enfermedades respiratorias, a causa del polvo que levantan los vehículos y se introduce en las casas. Además, por esa razón no disfrutan tampoco de servicio de transporte.
Fotos: Dedwison Álvarez